La Muerte

La muerte. El final del que nadie esta exento, al que nadie puede escapar. Tal vez alguien pudiera pensar que es simplemente la culminación a la que todos estamos destinados, pero la muerte es más que eso. La muerte pesa sobre nosotros cada minuto de nuestras vidas desde que la sentimos cerca por primera vez. Y es la manera en que la afrontamos la que define nuestra manera de vivir de ahí en más.

Hay quienes viven la vida irresponsablemente sin pensar en las consecuencias de sus actos, y que consideran sus vidas como algo efímero de lo cual hay que sacar el máximo placer.

Pero los más comunes son los más infelices. Estos son los que ven a la muerte venir de lejos y ocupan su vida en tratar de escapar de ella, intentando volver el tiempo atrás, o viviendo en la mentira de que en la vida se disfrutan muy pocos momentos.

Nuestro problema, amigos míos, es que estamos tan aterrorizados de que pase nuestro hoy que no lo vivimos, y así morimos sin haber hecho mas que disfrutar de una manera pobre y aburrida la vida, ya que para lo único que la utilizamos fue para combatir algo inevitable.

Pasamos las horas los días y los meses esperando, viendo cada segundo como un martirio que hay que aguantar para llegar a esos pocos momentos en los que "vivimos"; La salida del trabajo, Las vacaciones o el recreo.

Y también pasamos nuestras vidas luchando con todas nuestras fuerzas por ocultar las señales de que la muerte se acerca: botox, liftings, cremas milagrosas que cuestan cientos de pesos y toneladas de maquillaje.

¿Porque entonces en vez de desperdiciar nuestro tiempo luchando contra una corriente imposible y sufriendo la mayor parte de nuestras vidas, no cambiamos nuestra perspectiva?

Para poder vivir de una forma plena, tenemos que aceptar este hecho; TODOS VAMOS A MORIR ALGUN DIA. Empecemos a vivir cada día sin pensar en la muerte como algo horrible que nos espera, sino como un final que nos incentiva a vivir.

Aquel vive la vida al máximo es el que vive cada día como si fuera el ultimo. Por supuesto, esto no implica autodestruirse como lo harían las personas con la postura explicada anteriormente, sino exprimiendo cada momento de nuestros días más comunes, disfrutándolos como si en realidad no hubiera un mañana

El no ser eternos es el mejor regalo que podríamos tener, ya que sin el, la vida tendría menos sentido. el no ser eternos nos hace dar cuenta de que tenemos una estancia de determinado tiempo en esta vida, y que no vale la pena desperdiciar este tiempo intentando escapar de la muerte.

Alguna vez el poeta romano Horacio dijo: "Carpe diem quam minimum credula postero”

Aprovecha el día, no confíes en mañana.

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un ensayo de lengua
espero que me vaya bien =P